EL VIRUS SOMOS TU Y YO

03.07.2020

Encuentro MIZZING NEZZ. Invitación colectivo HEXXYDUXXYBOX, Nueva Delhi, India.                      

El virus somos tu y yo

27. 12. 2021

Perpetua Rodríguez realiza una acción de arte a través del streaming, es decir, mediante la transmisión de la performance en telepresencia. Y realiza esta acción en el marco de una pandemia mundial en la cual circula un virus que se transmite mediante contagio, es decir, por el contacto con las superficies, los cuerpos y las partículas del flujo corporal (sangre, saliva, semen, etc.). El mundo material que nos rodea se convirtió en el enemigo, al igual que lo humanos que nos rodean y con los cuales entramos en contactos e intercambios. El peligro se instaló en nuestro entorno, en las cosas y los cuerpos que nos rodean. El contagio por contacto se llama infección y es potencialmente mortal en el marco del Coronavirus. Las primeras medidas de prevención fueron el aislamiento y la prohibición de contacto mediante la higienización de nuestro comportamiento público: distancia física, mascarillas faciales, gel desinfectante, guantes y otras prótesis o capas de protección sobre nuestra piel que nos entregan una sensación de inmunidad. Rodríguez lleva al extremo esta situación y realiza una acción de arte que tensiona estas ideas del auto cuidado. Acompañada, Rodríguez se arrodilla frente a frente con su compañera, y arma una puesta en escena, preparando tres perspectivas, ya que bajo las condiciones del streaming éstas se podían multiplicar a través del uso de varias cámaras y dispositivos que funcionan como lentes, miradas, perspectivas. Lo cual, a su vez, implicaba distintos encuadres, iluminación y calidades de imagen. Rodríguez diseñó la puesta en escena componiendo una toma panorámica, y dos close-up, uno enmarcando en los perfiles de los rostros, y la última en contra picado al nivel de sus rodillas en el suelo. La artista utiliza su cuerpo, pero mas bien lo entrega pasivamente para sufrir una micro-cirugía en la que une su lengua con la de su compañera, mediante una operación conocida como perforación. Sin mascarillas, estirando sus lenguas y masajeándose una con la otra, ambos cuerpos se dejaron penetrar las lenguas por Katara quien, protegida, se aislaba del foco de peligro (mediante guantes y mascarilla). Ambas lenguas perforadas fueron atravesadas por un piercing permaneciendo en contacto, unidas a la fuerza, intercambiando flujos salivales y, en un momento, sangre. Las diversas perspectivas nos permiten apreciar el movimiento de estos flujos en las lenguas, como fluyen las secreciones por los mentones, gotean y manchan la escena. Rodríguez experimenta con nuestras estructuras sociales y se pregunta en un contexto de pandemia por el valor del contacto, escogiendo una imagen de máxima intimidad, el contacto de las lenguas, como una escena que cruza lo romántico con el potencial contagio de un virus que ha desestructurado, por un tiempo, nuestras relaciones sociales y los contactos humanos. El streaming se transmitía al otro lado del mundo, en Nueva Delhi, India, en el marco de un festival de performance. Aunque oficialmente se transmitió en todos aquellos territorios con acceso a internet. En ese sentido, la acción de Rodríguez va mas allá de la contingente vigilancia epidemiológica, al situar a dos cuerpos femeninos, conectadas por sus lenguas, con una cercanía y nivel de intimidad que remite a los afectos y la confianza. Al traspasar las fronteras, este trabajo pone tangencialmente en escena a las lesbianas, en territorios con altos niveles de violencia sobre la comunidad LGBTQ+. Territorios en los cuales la presencia del contacto entre dos cuerpos femeninos, en el cual el roce de cuerpos lésbicos es prácticamente invisible (territorios como el nuestro también).

Alejandro de la Fuente. Archivero e investigador de arte contemporáneo.

The virus are you and I

27. 12. 2021

Perpetua Rodríguez performs an action through streaming, that is, through the transmission of the performance in telepresence. And she performs this action in the context of a global pandemic in which the virus that circulates is transmitted (allegedly) by contagion, that is, by contact with surfaces, bodies and particles of body fluids (blood, saliva, sweat, etc.). The material world around us became the enemy, as well as the humans around us and with whom we come into contact and exchange. The danger was installed in our environment, in the things and bodies that surround us. The contagion by contact is called infection and is potentially fatal in the context of the Coronavirus. The first preventive measures were isolation and the prohibition of contact through the sanitization of our public behavior: physical distance, face masks, disinfectant gel, gloves and other prostheses or layers of protection on our skin that give us a sense of immunity. Rodriguez takes this situation to the extreme and performs an action art that strains these ideas of self-care.
The artist uses her body, but rather, she gives it passively to undergo a micro-surgery in which she joins her tongue with that of her partner, through an operation known as perforation. Without masks, stretching their tongues and massaging each others, both bodies allowed their tongues to be penetrated by Katara who, protected, isolated herself from the source of danger (by means of gloves and mask). Both tongues were pierced and remained in contact, forcibly joined, exchanging salivary flows and, at one point, blood. The different perspectives allow us to appreciate the movement of these flows on the tongues, how the secretions flow down the chins, drip and stain the scene. Rodriguez experiments with our social structures and wonders in a context of pandemic about the value of contact, choosing an image of maximum intimacy, the contact of tongues, as a scene that blends a romantic scene with the potential contagion of a virus that has unstructured, for a time, our social relations and human contacts. The streaming was transmitted on the other side of the world, in New Delhi, India, as part of a performance festival. Although officially it was transmitted in all those territories with internet access. In that sense, Rodriguez's action goes beyond the contingent epidemiological surveillance, by placing two female bodies, connected by their tongues, with a closeness and level of intimacy that refers to affection and trust. By crossing borders, this work tangentially puts lesbians on stage, in territories with high levels of violence on the LGBTQ+ community. Territories in which the presence of contact between two female bodies, in which the rubbing of lesbian bodies is practically invisible (territories like ours as well).

Alejandro de la Fuente. Archivist and researcher of contemporary art.